Hoy vamos a hablar del TC.

No señora, no se asuste, no del TC per se como evento automovilístico, sino del TC como efecto colateral sobre los cromosomas defectuosos de algunos individuos que consideran que están a la altura de los profesionales que trabajan de eso y pueden poner en práctica tooooooda esa “habilidad” en cualquier calle de la ciudad

Es sabido que cuando llega este tipo de entretenimientos a la urbe, los hombres se ponen pelotudos. Hay estudios científicos sobre el tema en desarrollo, pero como es tanta la variedad de factores que los ponen de la misma manera, no se ha llegado a una conclusión cierta sobre la cuestión y mucho menos a una cura que no sea ponerlos a todos juntos, rociarlos con nafta y tirarles un fosforito después para que la física haga lo suyo.

Estamos ante una manga de energúmenos varios que empezaremos a describir para que Ud. Esté convenientemente preparada para reconocerlos:

*tenemos al infeliz que anda en un autito del año del pedo al mejor estilo128. Normalmente este tipo de animal vive en una choza de dos por dos, pero anda con nikes y la batata toda tuneada, asientos forrados en animal print y luces azules en el chasis (eso porque no le  puede poner las multicolores para que vayan cambiando al son de la música) ah, eso también, andan con los pibes chorros a todo ojete, con el vidrio bajo, y el codito asomando por la ventana asi hagan 6 grados bajo cero mientras esperan que cambie la luz del semáforo. Estos especímenes se regodean en salir con el auto sin un caño de escape adecuado,  arrancan de donde estén a dos, porque al pobre auto no le da más el cuero, y aceleran con todo el desparpajo como si estuvieran andando en un ferrari, tardan como 40 minutos en llegar a tercera pero te miran de reojo con ambas manos en el volante como si fuera una picada de rápido y furioso. Obviamente, los pasas en segunda pero escuchas el kilombo del acelere por las próximas cinco cuadras.

*también están los que tienen un auto con un motor ya mejorcito, digamos un fiat 1 o algo por el estilo. Este infradotado se cree Marquitos di Palma, sale a 200 en el semáforo, con los nudillos blancos de agarrar el volante tan fuerte, con el cuerpo tirado hacia adelante mientras se mueve al son de las ruedas. Mientras hace ese bailecito, va pasando al resto de los conductores de todas las maneras erróneas que te puedas imaginar, y es muy probable que termine pasando a alguien por encima también mientras se hace moco contra un alumbrado.

*Podemos incorporar a este listado también a aquellos que tienen un auto una escala mas arriba, tipo ecoesport o agile, y van por la vida a la velocidad de la luz….hasta que ven un pocito y bajan a 3 para que no se les vaya a rayar el bólido y la mujer no los cague a trompadas o les reacomode las facciones con el palo de amasar cuando vuelvan. Son tipos de familia que buscan una aventurita y no les da la cara (ni el cuerpo) para levantar una pendeja asi que se desquitan con cuatro gomas en vez de dos, pero como todo, se quedan a mitad de camino.

Todos estos, sin excepción, cuando entran en el circuito, en vez de mirar los autos, agarran la cámara de fotos y se la pasan persiguiendo culos …no tienen ni idea de que mierda paso en la carrera, porque cuando finalmente dejan de acosar a las promotoras, es hora del asado, la birra y el tinto con el resto de los que TODAVIA no saben para que poronga sirve una baliza y los únicos guiños que conocen es el que asumen erradamente es un “vamo´pa´l telo morocha” y el de los siete en el truco.